París se ha convertido en el epicentro de la fiesta olímpica. Bajo una lluvia que no logró empañar el espectáculo, Rafa Nadal fue el protagonista al recibir la antorcha de manos de Zinedine Zidane. La exatleta Marie-José Pérec y el judoca Teddy Riner culminaron el evento al encender el fuego olímpico.
La capital francesa, que ya había cautivado a Ernest Hemingway en el siglo pasado, ha sorprendido al mundo con una ceremonia de apertura sin precedentes. Por primera vez, el evento se llevó a cabo fuera del estadio, aprovechando el Sena y los icónicos monumentos parisinos como telón de fondo. A pesar de las amenazas globales y los conflictos en Kiev y Gaza, el evento se desarrolló sin incidentes, marcando un éxito rotundo.
Las bellas artes destacaron en una ceremonia que homenajeó a las mujeres en la historia de Francia, con estatuas y actuaciones musicales de figuras como Lady Gaga, Aya Nakamura, Juliette Armanet y Céline Dion. La DJ Barbara Butch, icono LGBT, también brilló en el evento, que contó con la presencia de 120 jefes de Estado, incluyendo a los Reyes de España, Felipe VI y doña Letizia.
A pesar de la lluvia, que algunos describieron como “el secreto mejor guardado de París”, la ceremonia impresionó con un desfile de 85 barcazas que transportaron a 205 delegaciones. Con 320,000 espectadores en las orillas y una seguridad reforzada con 50,000 policías y 18,000 militares, la ciudad demostró estar a la altura del desafío.
El momento culminante llegó cuando Rafa Nadal, de la mano de Zidane, tomó la antorcha olímpica. Junto a leyendas como Carl Lewis, Serena Williams y Nadia Comaneci, Nadal llevó el fuego hacia el Jardín de las Tullerías, donde descansará cada noche. La ceremonia concluyó con Marie-José Pérec y Teddy Riner encendiendo el pebetero, un símbolo de esperanza y perseverancia que arderá hasta el 11 de agosto.
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