El Nápoles ha concretado uno de los fichajes más esperados del verano: Romelu Lukaku es oficialmente un jugador del equipo partenopeo. La llegada del potente delantero belga marca el inicio de una nueva etapa para el club, que busca llenar el vacío dejado por Victor Osimhen, cuyo futuro se resolverá en las próximas horas.
Tras intensas negociaciones y un verano lleno de rumores, Lukaku ha llegado a Italia para reunirse con su antiguo mentor, Antonio Conte. La petición de Conte fue clara: traer a Lukaku, con quien compartió éxitos en el Inter, era una prioridad. Y así ha sido. El delantero, decidido a reunirse con Conte, rechazó otras ofertas y optó por un regreso triunfal bajo la dirección de su exentrenador.
La inversión realizada por el presidente Aurelio De Laurentiis es significativa, con el Nápoles desembolsando 30 millones de euros más un porcentaje de una futura venta por el delantero de 31 años. La llegada de Lukaku a Nápoles fue recibida con entusiasmo por los aficionados, que le dieron una cálida bienvenida en su llegada a la ciudad y durante el reconocimiento médico en Roma.
Pero la jornada no terminó ahí para los tifosi napolitanos. El club también ha asegurado la incorporación de Scott McTominay, el talentoso mediocampista escocés, por una cifra cercana a los 30 millones de euros. McTominay, que firmará un contrato de cuatro años, llega para fortalecer el centro del campo y sumarse a los nuevos retos del equipo.
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