Este verano, LaLiga ha vuelto a convertirse en el escenario de un vertiginoso baile financiero. Con el mercado de fichajes a punto de cerrar, los clubes han gastado 519 millones de euros, acercándose a las cifras del pasado año. Pero, ¿cómo se las arreglan equipos como el Atlético de Madrid y el FC Barcelona para seguir reforzando sus plantillas en medio de estrictas normas económicas?
El Atlético de Madrid ha sorprendido al apostar fuerte, desembolsando 183 millones de euros en estrellas como Julián Álvarez y Conor Gallagher. El truco de magia ha sido una ampliación de capital de 70,7 millones de euros que le ha permitido elevar su límite salarial. Sin esta maniobra, esos fichajes habrían sido imposibles.
Por otro lado, el Barcelona sigue luchando en la cuerda floja, atrapado en un rompecabezas donde el límite salarial se convierte en un desafío mayor que cualquier rival en el campo. Mientras tanto, los colchoneros ven frustrados sus planes cuando ventas como la de Samu Omorodion no permiten aumentar el margen salarial, incluso con plusvalías en la caja.
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