Imagina a Ilkay Gündogan, un jugador clave para el Barça, sentado en su casa en Barcelona, reflexionando sobre su futuro. Hace apenas un año, llegó al club con la esperanza de dejar una huella en el equipo culé. Su sueño de vestir la camiseta azulgrana era fuerte, tanto como su deseo de aportar al equipo con su experiencia y calidad.
Sin embargo, los rumores han empezado a golpear su puerta. Según un medio árabe, el Barcelona, en una jugada inesperada, habría ofrecido a Gündogan al Al Nassr, el equipo donde juega Cristiano Ronaldo. La noticia cae como un jarro de agua fría. ¿Por qué su club, que tanto lo buscó, ahora estaría dispuesto a dejarlo ir?
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