El fútbol a menudo está lleno de contrastes, y tanto Argentina como Canadá tuvieron que experimentarlo en carne propia. Ambas selecciones, que fueron las encargadas de inaugurar la Copa América 2024 con triunfo de Argentina por 2-0-, se enfrentaron nuevamente para definir su destino en esta competencia, justo antes de la final. Con cuentas pendientes y sueños por cumplir, uno de los dos países saldría como héroe y el otro como villano, dependiendo de la perspectiva.
La táctica canadiense fue audaz y valiente en Nueva Jersey. Desde el comienzo, el enfoque de Jesse Marsch fue presionar a los argentinos, recuperar el balón y atacar rápidamente para sorprender a sus oponentes. Así, Canadá tuvo las primeras oportunidades del partido. Con una Argentina que no comenzó bien el encuentro, Messi dio el primer aviso a sus rivales con un disparo que pasó cerca de la portería. Esta acción también motivó a sus compañeros.
Con una salida de balón lenta pero acelerando todo en campo rival, los dirigidos por Lionel Scaloni empezaron a controlar lo que ocurría en el terreno de juego. Las carreras de los canadienses disminuyeron y las acciones argentinas ganaron forma para acercarse a la portería rival en un campo que no favorecía mucho la práctica del fútbol. Con una gran combinación entre De Paul y Julián Álvarez (dejando un control magnífico), la albiceleste abrió el marcador después de que la ‘Araña’ anotara nuevamente. Afectados, los canadienses se encontraron en una situación complicada y pudieron haber recibido más goles, pero resistieron hasta el descanso con solo un tanto en contra.
La segunda mitad en el Metlife Stadium mostró dos caras diferentes de los protagonistas del partido. Por un lado, un Messi eufórico tras anotar el segundo gol de su selección, que prácticamente aseguraba su lugar en la final. Messi se estrenó en la competición al ‘robarle’ el gol a su compañero Enzo Fernández. Por otro lado, Alphonso Davies tuvo que abandonar el campo lesionado tras una dura entrada de Montiel, dejando una imagen preocupante.
A Canadá no le faltó espíritu para intentarlo, aunque quedó lejos de reducir la diferencia en el marcador. Las mejores oportunidades de los norteamericanos llegaron cuando la semifinal estaba en sus últimos instantes, con un estadio lleno. A pesar de sus esfuerzos, no lograron cambiar el resultado, viendo cómo cualquier esperanza de Concacaf en la Copa América se desvanecía, y **cómo Argentina repetía el mismo resultado del primer partido del torneo para estar en Miami
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